Editorial: Entendiendo a los autos eléctricos, por si quieres uno

Tesla Model 3.
Los autos eléctricos hoy parecen algo nuevo y no quiero sonar a “los millennials descubren que…”, pero el auto eléctrico data desde el año 1830. ¿Y qué es lo tienen los eléctricos para querer plantarle cara a los autos que utilizan el tradicional combustible que se extrae de los pozos petroleros? Gracias a los recientes avances en baterías y la tecnología de recarga de las mismas, los autos eléctricos finalmente son una alternativa real ante los autos a gasolina. Tenemos híbridos, que usan lo mejor de ambos mundos, o los híbridos enchufables que hay que literal enchufar a la corriente de luz de tu casa o a un cargador, pero hay más alternativas que luego abordaré.
Sin embargo, las ventajas de los autos 100% eléctricos pueden ser muchas, la balanza al parecer ya se inclina más hacia lo positivo que a lo negativo, aunque esto último puede que pese más. Veamos.
La fácil conducción me parece un punto a favor al ser intuitiva y no alejarse de lo que hoy conocemos como A-B-C y listo. Lo silencioso, que en algunos casos se resuelve al simular el ruido del motor de combustión, no me gusta.
Hay una rara sensación de pesadez en el manejo que no molesta, dependiendo del modelo, pero que al igual que en los autos de combustión interna, los eléctricos también resienten el pie del conductor, y entre más se le exija, más rápido te quedarás sin batería y eso puede ser algo negativo, ya que hoy en día los rangos de autonomía apenas vislumbran pocas opciones que se equiparan a un “tanque lleno” de un coche de gasolina, con 400 kilómetros aproximadamente o más. ¿Qué cuánto cuesta la carga completa? También varía, hay que ver cuánto cuesta cada kWh en tu país, aunque si vas a algunas plazas en México la carga es gratuita.
Ahora hablemos del bajo centro de gravedad. ¿Qué demonios es esto? Les comento brevemente, me refiero a la altura del auto con respecto al piso y el punto donde encuentra su mayor peso el auto, es decir, la zona donde está la pesada batería, en medio de las cuatro llantas en la parte baja/central del suelo del coche. Gracias a que las baterías están en el piso del auto y al ser pesadas, reducen la altura de los coches y ponen todo el peso abajo, esto lo percibes cuando haces un giro y sientes cómo la estructura del coche se mantiene centrada y hace que los autos eléctricos se sientan equilibrados y estables. ¿Lo dije bien?
Por otra parte, en el mundillo de los autos llamamos “distribución de peso” a algo que en los eléctricos está equilibrado, en las pickups el peso está adelante (recuerden, la caja no es tan pesada como el motor y la cabina, pero encuentra su equilibrio cuando cargamos la batea), los deportivos como un F1 el peso va atrás, etcétera.
Otro ejemplo práctico: En el Tesla Model 3, el peso de su batería es de 439 kilos, esto es un 23% de su masa total de 1,922 kilos y su distribución de peso es 50/50 (casi perfecto adelante y atrás), lo pueden comprobar en este link: https://www.arpem.com/blogs/prueba-tesla-model-3/subimos-el-tesla-model-3-a-una-bascula-peso-y-distribucion/
Cambiando de tema abruptamente ¿Recuerdan el lanzamiento del Ford Mustang Mach-E? Qué bueno que se acuerdan porque Tesla vino días después y acabó con los 15 minutos de polémicas que generó el “sacrilegio” que cometieron los del óvalo azul (así les dicen los compas a los de Ford, vean su logo). No importa lo feo que fuera el Cybertruck de Tesla, no importa que los cristales blindados se rompieran, eso hasta generó más publicidad gratis, la gente al día siguiente se levantó en la mañana para ordenar una y Elon Musk (dueño, amo y señor de Tesla) presumió en Twitter las cientos de miles de órdenes de intención de compra.
Pero no me malentiendan, ni Tesla es la octava maravilla, ni el Mach-E fue una lamentable apuesta. Al final, como todo en la industria, un día podemos decir o hacer algo y al día siguiente nos desdecimos. Normal. Lo mismo les pasa a las marcas, y la gente abraza los productos dependiendo de cómo se los presentes, hoy en día estamos ávidos por novedades y los eléctricos lo son, digan lo que digan. Me incluyo.
El paquete tecnológico es algo que también sobresale. Va desde cristales blindados como los de la mencionada Cybertruck hasta conectividad, comunicación auto con auto en el camino, capacidad de carga rápida, manejo autónomo (en algunos países ya legislado), son solo algunas de sus ventajas. Sí, como en toda industria ha habido muertes y aunque las leyes de Dios hayan dado su aprobación, los accidentes pasan, como pasó en los inicios de la aviación y de la misma industria automotriz, por lo que hay que tener mucho cuidado con el uso de la conducción autónoma.
¿Quieres “power”? Ten, date, te doy todo el torque (es la fuerza que mueve a un objeto desde su punto de apoyo) desde el principio. Está bien, muchos ya se casaron con esto, pero hoy en día que nos ofendemos por todo, “tranquilo, viejo”, no es para tanto. Prefiero ese “power” de un V8 montado sobre el eje posterior rugiendo y dejándome sordo de mi oreja derecha en un deportivo. Mientras estos no mueran y de vez en cuando pueda probarlos, seré más feliz.
Por último, las ventajas de comprar un auto eléctrico en países como Estados Unidos (referente obligado porque todo se permea aquí en México) son generosas y se reflejan en el bolsillo de los compradores con incentivos fiscales y aportaciones gubernamentales para las marcas, lo que genera un círculo virtuoso que estimula a la industria. Por ahora, algo que seguimos soñando en México.
Lo que sí, es que hoy en día te cuesta comprar un eléctrico un buen billete. ¿O no?

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