Prueba de manejo
Ford Fiesta hatchback 2011
La alternativa juvenil
El Fiesta no es sólo un nuevo auto compacto, representa una apuesta por una nueva tendencia
Lo primero que le va a conquistar del nuevo Fiesta es su apariencia. Y esto es aún más válido en el hatchback que en el sedán. Pero el auto va más allá y busca convencer a quienes siempre pensaron que la calidad de un coche se medía en metros. El Fiesta es un chico con todo para transformarse en un favorito.
Lanzado en Europa en el segundo semestre de 2008, el Fiesta llega a México luego de haber conquistado ya a más de medio millones de personas, tanto en el Viejo Continente como en China, donde también es exitoso. Ahora armado en Cuautitlán, el auto comienza su camino para la conquista de América. Bueno, hay que decir que el que realmente comenzó esa tarea de conquista fue el sedán, aunque nos parece que éste dos volúmenes probablemente sorprenda a muchos y llegue a más corazones de lo que se piensa en una tierra tradicionalmente amante de los autos “con cajuela”, es decir, de tres volúmenes.
Sus formas son modernas, atractivas y llamativas. Cuando lo vemos en este color verde “encendido”, que fue elegido por la marca como de lanzamiento y representación, esas cualidades estéticas se multiplican y el Fiesta se transforma en la atracción de la calle, en un objeto que hace voltear más las cabezas que una celebridad en la banqueta.
Lujos inesperados
Por dentro el Fiesta muestra que su extroversión no es coincidencia. Las formas de su tablero son agresivas, modernas, intrigantes. Definitivamente no son para cualquiera. A los jóvenes de espíritu, les encantará. La posición de conducción es buena, pero sería mejor si el volante pudiera ajustarse también en profundidad, en el primero de los “taches” que le encontramos.
El equipo, sin embargo, puede dejar pálido de vergüenza a mucho auto considerado Premium. Hay aire acondicionado, claro. También hay seguros, espejos y cristales con accionamiento eléctrico y de un solo toque. El muy taquillero quemacocos se dice presente. ¿Bolsas de aire? Nada menos que siete. Doble frontal, doble lateral, doble de cortina y una para la rodilla del conductor.
Está, además, el sistema de comunicación y entretenimiento Sync, que permite la unión entre el celular y/o reproductor de Mp3 con el estéreo. Es un detalle de seguridad y de diversión, que nos hace sentirnos más cercanos al auto. El sonido, por cierto, es también muy bueno. Se maneja todo por voz o por controles en el volante.
Las oportunidades
El espacio es suficiente, mas no abundante. Atrás, las piernas de los más altos probablemente sean presionadas por los respaldos delanteros. Esto no se cambia de un año a otro, pero tampoco representa realmente un problema. Nadie espera del Fiesta el espacio de una Expedition.
Lo que sí nos parece urgente es que Ford trabaje en el material que cubre la parte posterior del tablero, la que va justo pegada al parabrisas. Como está, debido al material y a la inclinación del cristal delantero, cuando el sol está arriba de nuestras cabezas, el reflejo que se produce ante los ojos del conductor no es sólo molesto, llega a ser peligroso.
La visibilidad también se compromete hacia atrás gracias al tamaño de las cabeceras posteriores. Una solución puede ser cabecera plegables. Otra solución, más económica, que esas cabeceras tengan forma de L invertida. Así, cuando no viaja nadie atrás, se presionan hacia abajo y listo. Todo el cristal trasero se vuelve área visible.
Arriba la revolución
Un punto muy interesante del Fiesta es su manejo. En el hatch, la conducción resulta más ágil y las sensaciones más vivas que en el sedán. Su motor, para quienes conduce de forma tranquila, muy tranquila, de hecho, resultará extremadamente económico. Y como parte de su arsenal electrónico, el Fiesta tiene una luz testigo en forma de flecha, ubicada en el reloj central, que indica que debemos cambiar a una velocidad superior. Hacerle caso, empero, significa renunciar a cualquier resquicio de deportividad y emoción de conducir. Porque la máquina del Fiesta es muy chica y con eso, ese motor de 1.6 litros y 120 caballos, sólo ofrece algo de placer por arriba de las 4,000 revoluciones. Los que se atrevan a usar ese régimen obtendrán a cambio un auto estable y muy, muy agradable. El precio a pagar llega en la forma de un fuerte ruido de la máquina, al igual que de un consumo mucho más elevado.
La caja de cambios es manual de cinco velocidades. No está mal, pero una de seis vendría mucho mejor. De hecho, la caja automática, tiene seis cambios. Frotamos las manos por probar un Fiesta con ella.
Nuevos tiempos
Nos queda claro que el Fiesta es un auto que muestra la dirección a la que se dirige la industria. Porque indica que un buen coche no se mide en metros, sino en tecnología, diseño, equipo, seguridad y manejo. Si la gente lo entenderá o no, está por verse. Porque en este momento, es posible comprar un Focus básico, que tiene más espacio, más motor y, claro, más “metraje”, por menos dinero de lo que cuesta esa versión SES del Fiesta. ¿Vale la pena? Es una muy dura cuestión, pero nosotros, sea por tradición o por gusto por la potencia, probablemente nos inclinaríamos más por el espacio, los terminados y los 140 caballos de fuerza del motor del Focus.
El lado brillante
Diseño exterior e interior; equipo de entretenimiento y seguridad; bajo consumo de combustible.
El lado oscuro
Reflejos del tablero en el parabrisas hacen la vida imposible cuando hay mucho sol; esperábamos una conducción más alegre de su motor.
Ficha técnica
Ford Fiesta hatchback
Motor: Frontal transversal; cuatro cilindros en línea; 1.6 litros de desplazamiento; DOHC; 16 válvulas; con inyección de combustible secuencial multipunto. Potencia: 120 cv @ 6,350 rpm / Torque: 112 libras-pie @ 5,000 rpm.
Tracción: Delantera.
Transmisión: Manual de cinco velocidades (5+R).
Suspensión: Delantera – Independiente, de tipo McPherson, con resortes helicoidales y barra estabilizadora. Trasera- Eje torsional, con resortes helicoidales.
Frenos: De discos ventilados adelante y de tambor atrás, con sistema antibloqueo (ABS).
Dirección: De piñón y cremallera, con asistencia hidráulica.
Dimensiones y capacidades en milímetros:
Largo / Ancho / Alto
4,066 / 1,722 / 1,473
Distancia entre ejes: 2,489 mm.
Peso: 1,150.7 kilogramos.
Tanque- 45 litros.
Cajuela- N/D.
Precio: 239,900 pesos
Resultados de la prueba realizada en el Autódromo Guadalajara:
Aceleración de 0 a 100 km/h: 12.51 segundos
Frenado de 100 km/h a 0: 41 metros
Cuarto de milla en 17.18 segundos a 128.4 km/h
Velocidad máxima observada: 180 km/h
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