Exhibición
París habló alemán (y un poco de español)
Por: Sergio Oliveira / París.
Volkswagen y BMW fueron los dueños de la fiesta, que contó hasta con un lanzamiento mexicano
La Ciudad Luz volvió a abrir las puertas de su inmenso parque de exposiciones Port de Versailles a los automóviles, en una feria que se torna el blanco de las miradas de los fanáticos de los autos de todo el mundo. Y ahora fue la fortaleza del Grupo Volkswagen y la solidez y creatividad alemana de BMW que marcaron la pauta. Pero un muy importante mexicano logró abrir un espacio entre todos.
Todo comenzó, como ya se ha vuelto tradición en VW, con una fiesta en la noche anterior a la apertura del salón a los medios de comunicación. En una antigua estación de trenes, descubierta como lugar de exhibiciones por los diseñadores de moda franceses, el grupo alemán exhibió todos sus músculos al planeta Tierra. Sus nueve marcas: Seat, Skoda, Volkswagen, Bugatti, Audi, Volkswagen Camiones, Lamborghini, Bentley y Porsche (todavía está el fabricante de camiones Scania), mostraron al menos un vehículo nuevo en una fiesta que fue un derroche de dinero y creatividad, donde fuego, agua, luz y sonido, entre otros elementos, sirvieron para gritar al mundo que estos alemanes siguen con la firme idea de conquistar el primer lugar como fabricante de autos en 2018, como se dijo en el evento. Incluso llegaron a insinuar que Suzuki podría subirse a este grupo de marcas.
Exóticos veloces
Entre sus novedades se encuentran el Porsche Speedster, una edición especial y limitada de la que se fabricarán poco más de 360 unidades. Lamborghini también lanzó su nuevo auto, que no se llama como un toro, como es tradición en la marca, sino que usa el carbono como inspiración (y en abundancia en su carrocería) para bautizarlo como Sesto Elemento (sexto elemento).
Bugatti impresionó con el nuevo récord de su Veyron Grand Sport, que llegó a 431 km/hora y que, según la marca, acelera de cero a 300 kilómetros por hora en poco más de 14 segundos.
Seat volvió a mostrar el concepto IBE, que nos podría dejar una pista de cómo podrá verse el León en el futuro. Pero fue, claro, Volkswagen que marcó la pauta con el nuevo Passat, que se ve aún más elegante y sofisticado con el frente que adopta el nuevo estilo de VW. El Passat 2011 tiene al menos una curiosidad interesante: la cajuela se abre con sólo poner el pie debajo de ella, sin tocar nada.
La futura consentida
BMW destapó el que será el próximo Serie 6. Algo más conservador que el modelo actual, este cupé se percibe muy grande en vivo, más que en las fotos. Pero fue la nueva X3, que debe llegar a México en el primer trimestre de 2011, que llamó realmente la atención para los que miramos al mercado mexicano con más atención. Sus dimensiones crecieron y ahora son equivalentes a las de la primera generación de la X5, algo que sin duda agradará a los que quieren una camioneta familiar mediana, a todo lujo, con un gran desempeño y exclusividad.
MINI también exhibió sus recién renovados modelos, además de proponer una moto tipo Scooter, con alimentación eléctrica.
México, México, México
Al lado del fabricante inglés Lotus, que destapó muchos autos nuevos como el Elite, el Eterne y el Elan, además de novedades del Evora, un diminuto stand de un solo auto levantaba la mano a nombre de nuestro país. Se trataba del fabricante Mastretta, que comenzará en 2011 con una producción de 150 unidades de su MXT, que competirá justo contra productores de bajo volumen, como Lotus. Nos queda claro que, al menos de reojo, los ejecutivos de la marca británica voltearon a ver este aún desconocido fabricante, que usará un motor Ford, turbo, con 250 caballos de fuerza en un auto que pesa 930 kilogramos y cuyo precio oscilará entre los 50 y 60 mil dólares.
Sol, frío y belleza
Entre un mar de conceptos y los ya clásicos autos eléctricos que juran que van a salvar el planeta, vimos noticias frescas como el nuevo Ford Focus; la Land Rover Evoque y el Audi A7 Sportback, que fueron realidades que seguramente llamarán a más personas hacia cada una de sus marcas.
Pero París siguió haciendo soñar. Sea con hermosos autos como el Bentley Continental GT, el Aston Martin DB9 o el Mercedes-Benz CLS, o con las preciosas modelos que hacían dudar a todos los que traían una cámara en la mano entre disparar hacia el auto o a sus sonrisas.
Lo mejor es que el clima ayudó, al menos después del medio día del miércoles y muchos, ya cansados de autos, discursos y la luz excesiva de los ocho pabellones del centro de exhibiciones, pudieron salir a la calle, comer unas crepas, tomar un buen vino y recordar que, a cada dos años, habrá otro pretexto para estar en esta magnífica ciudad.
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