Prueba de manejo
Chevrolet Suburban
Tres cuartos de siglo de reinado

La Suburban llegó al mercado al mismo tiempo que GM en México. Y aún es la mejor.

Pregunte a cualquiera que necesite transportar hasta a nueve pasajeros con espacio y confort, y todos le dirán: Suburban. Porque por más que hayan intentado, tal vez por miedo a parecer una copia ninguna ha logrado la simple receta de éxito de la reina de las SUV.
Aún basada en la forma tradicional de construcción, es decir, carrocería sobre chasis, la Suburban aún así logra un nivel de confort y civilidad de manejo que otras sólo encuentran al hacer uso de la más moderna configuración de carrocería sobre chasis. Pero Chevrolet no ha querido cambiarle mucho a una fórmula exitosa durante tres cuartos de siglo. Ponerle una carrocería monocasco a la Suburban sería casi como equiparla con un motor V6 o –no lo quieran los dioses- uno de cuatro cilindros.

Espacio, confort y poder

Porque desde siempre la Suburban ha sido exitosa y querida por la ser mejor forma posible de cargar hasta a nueva personas, con mucho espacio y confort, además de su equipaje y la capacidad de remolcar algo, sea un barco o una pequeña casa rodante.
Otras han intentado acercarse. Ford lo buscó con la Excursion, tan grande que parecía tener espacio para transportar a una Suburban dentro de ella. Pero gastaba demasiada gasolina con su motor V10, además de que su chasis, prestado de los camiones de tres y media toneladas, no tenían la rigidez suficiente para llevar pasajeros sin que todo le sonara, incluso sin comprometer su estabilidad.
Hoy, la única verdadera rival de la Suburban es la Expedition EL, un producto en el que Ford hizo un gran trabajo, pero que no se siente tan suave, tan confortable, tan… digamos, tradicional y lleno de historias como la Suburban.
Sus tres filas de asientos son capaz de transportar con relativa comodidad a cuatro o cinco pasajeros, es decir, en las dos primeras filas. Porque la tercera es demasiado baja y hace que un adulto tenga que sentarse con las rodillas apuntando hacia arriba, lo que resulta muy incómodo. Además, ninguno de sus pasajeros podrá estirar completamente sus piernas, lo que es por lo menos curioso en un vehículo de casi seis metros de largo. En un simple Chevy el copiloto con más de 1.80 metros de altura, puede estirar sus piernas. No en una Suburban.

Buen equipo, pero…

Con aire acondicionado digital, buenos terminados; quemacocos; asientos forrados de cuero y con ajuste eléctrico (los delanteros); pantalla trasera para ver películas; la Suburban ofrece un nivel de equipo que se acerca mucho al que se espera de un vehículo con precio superior a los 700 mil pesos. Lo que le falta para tener el equipo que consideraríamos adecuado, es el sistema de manos libres Bluetooth. El detalle es que este sistema, en los vehículos de GM, está necesariamente ligado a On Star, que es una especie “concierge” virtual, sólo disponible en Estados Unidos y Canadá. Como no tenemos On Star, tampoco tenemos Bluetooth. Una lástima, quita competitividad a los vehículos de GM, aún más cuando sus rivales ofrecen sistemas de conexión mucho más avanzados que un simple manos libres.

Poder suficiente

Bajo el cofre la Suburban no tiene la máquina más poderosa del segmento, pero aún tiene una suficiente para llevar personas y equipaje con desenvoltura y suavidad.
La versión probada, llamada Diamond Edition, tiene bajo el cofre el conocido V8 Vortec de 5.3 litros con 320 caballos de potencia. Es una máquina cumplidora y confiable, que seguramente va a durar más que el resto del vehículo pudiera resistir. Claro, nadie espera que sea económico, aunque su consumo mejoró mucho con la integración de la caja automática de seis velocidades.
La suspensión es aún cómoda y agradable, haciendo que los viajes en una Suburban sea un verdadero placer. La dirección es también muy orientada hacia el confort del chofer que a la velocidad de respuesta o la precisión. Ambas son adecuadas para el manejo que se dará a esta enorme camioneta, que obviamente no está hecha para maniobras bruscas.
Hay mucho más que disfrutar que criticar a la Suburban, es un hecho. La prueba más fehaciente de esto es su longevidad. Ya quisieran mucho vehículos alcanzar la marca de los 75 años de vida, algo que ni siquiera el venerado “Vocho” logró. Los ecologistas podrán estar en contra de vehículos como éste, pero cualquiera sabe que, en la hora de transportar a nueve personas junto con su equipaje, no hay mucho más dónde buscar.

Ficha técnica
Chevrolet Suburban Diamond Edition 2010, Paquete H.


Motor: Frontal longitudinal; ocho cilindros en V; 5.3 litros de desplazamiento; Vortec; 16 válvulas; con inyección de combustible secuencial multipunto. Potencia: 320 cv @ 5,200 rpm / Torque: 340 libras-pie @ 4,200 rpm.

Tracción: 4x4.

Transmisión: Automática de seis velocidades (6+R), con sobremarcha.

Suspensión: Delantera – Independiente, de resortes helicoidales y barra estabilizadora. Trasera- De eje rígido, con resortes helicoidales.

Frenos: De discos sólidos en las cuatro ruedas, con sistema antibloqueo (ABS).

Dirección: De piñón y cremallera, con asistencia hidráulica.

Dimensiones y capacidades en milímetros:
Largo / Ancho / Alto
5,648 / 2,009 / 1,951
Distancia entre ejes: 3,302 mm.
Peso: 2,924 kilogramos.
Tanque- 148 litros.
Cajuela- Desde 1,297.5 litros, hasta 3,890.8 litros.

Precio: 681,600 pesos

Resultados de la prueba realizada en el Autódromo Guadalajara:
Aceleración de 0 a 100 km/h en 11.89 segundos.
Frenado de 100 km/h a 0 en 47 metros
Cuarto de milla en 18.74 segundos a 139 km/h
Velocidad máxima observada: 165 km/h

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