Prueba de manejo
Lincoln MKX 2011
Para el que no quiere menos que todo
Poder, espacio, presencia y un equipo de causar envidia a las salas de control de la NASA
Si no lo convence por fuera, lo hará por dentro. El hecho es que hay mucho de qué enamorarse en esta camioneta de Lincoln, que se renueva para 2011 luego de tres años de vida.
Teniendo como plataforma la estructura de su prima, la Ford Edge, podemos decir que el diseño exterior e interior de la MKX muestran un nivel digno de pertenecer al segmento Premium, donde encontramos buen ensamble y equipamiento, que pretenden alcanzar los estándares de los vehículos que se producen en Europa, aunque su mayor rival como marca, está en su propio país, como lo es Cadillac.
El cuerpo de la MKX se asemeja a la anterior carrocería, con formas ovaladas, anchas, fuertes. Sin embargo, percibimos que en esta versión 2011 la camioneta ya tiene mejores armas, como lo es la combinación de su motor y transmisión, que permiten mover de mejor manera su peso superior a dos toneladas. La respuesta de la dirección sigue siendo algo adormecida, con giros tardíos para cubrir nuestra necesidad. La suspensión ya no se percibe tan blanda, otorgándonos más confianza a la hora de tomar una curva con desición. Esto nos invitó a revolucionar más la MKX y ponerla a correr en los tramos de la pista del Autódromo Guadalajara.
Poder en cada rueda
La MKX estrena un motor, el cual comparte con el Mustang V6 y -ya adivinaron- con la Edge Sport, de 3.7 litros de desplazamiento, con 305 caballos de potencia, acoplado a una caja automática de seis cambios, con tracción integral. Esta combinación nos permitió sentir una camioneta potente, con una aceleración inmediata en cada una de las pruebas que le hicimos en pista. Además de que en ciudad se mostraba impetuosa cuando apenas le colocábamos el pie en el acelerador.
El resultado del frenado de 100 kilómetros a cero, con 40 metros de recorrido, fue mejor de lo que esperábamos. Sin embargo, notamos que los frenos se calentaron demasiado en apenas dos de estas pruebas, donde se exige al máximo la respuesta del ABS. Esto no puso en riesgo la seguridad de nosotros en las pruebas y tampoco lo hizo en la calle, donde el frenado normalmente lo hizo de forma impecable, con la suavidad que caracteriza al “típico frenado gringo”, es decir, el tacto del pedal es más suave que el de productos europeos.
No le falta nada
Si hablamos de tecnología de conexión, la MKX incorpora una enorme lista de gadgets y sistemas para tener un mejor control, tanto del vehículo, como del equipamiento. Cabe destacar de todo esto, elementos útiles como el “MyKey”, que se encarga de administrar diversas cosas, como una especie de “Parental Control”, donde se regula la velocidad máxima y el volumen del audio, por mencionar un par de ejemplos. Por otro lado, cuenta con el ya conocido sistema manos libres “SYNC”, que junto al “MyLincolnTouch” ofrecen una experiencia distinta en el manejo de los controles, siendo totalmente digitales, dejando de lado los botones. Por ejemplo, el volumen y la intensidad de la salida del aire acondicionado, pueden ser ajustados arrastrando la yema de un dedo. Lo mmismo es válido para ajustar la velocidad del ventilador del aire acondicionado. La temperatura, las luces intermitentes y obviamente la pantalla táctil, son manejadas con ligeros toques.
El sistema de audio merece mención aparte, al tener 14 bocinas y la certificación THX II.
Además de todo esto, debajo de los controles del aire acondicionado el hueco que antes servía para ocultar monedas u objetos pequeños, ahora tiene elementos como el doble puerto USB, así como una entrada auxiliar y conexiones para cables RCA. También existe una ranura para insertar la tarjeta SD, que cuenta con la información del sistema de navegación con GPS.
Si en una de las entradas USB ponemos una tarjeta de conexión de Internet, hasta cinco personas en el auto pueden beneficiarse de viajar conectadas.
Para los tres pasajeros que viajan en la parte posterior encontramos otras dos pantallas para reproducir películas DVD, ubicadas detrás de las cabeceras de los asientos delanteros. Ambas pueden funcionar de forma independiente. Si se quiere añadir más diversión, las entradas de RCA permiten conectar otros aparatos de entretenimiento como un video juego.
Con esta prueba, Lincoln da una viva muestra de su lujo, poder bajo el cofre y muy importante a la hora de comprar un vehículo de este tipo: el completo equipamiento, donde se pone incluso por arriba de rivales como la Cadillac SRX; la Audi Q5 o la Jeep Grand Cherokee. Aquí, la desición de compra pesa en el gusto que tenga por el estilo y forma o por andar tan bien servido de equipo, que ya no nos faltará nada.
Ficha Técnica
Lincoln MKX 2011
Motor: Frontal transversal; seis cilindros en V; 3.7 litros de desplazamiento; 24 válvulas; con inyección de combustible secuencial multipunto. Potencia: 305 cv @ 6,500 rpm / Torque: 280 libras-pie @ 4,000 rpm.
Tracción: Integral.
Transmisión: Automática de seis velocidades (6+R), con modo secuencial.
Suspensión: Delantera – Independiente, de tipo McPherson, con resortes helicoidales y barra estabilizadora. Trasera – Independiente, de brazos laterales, con resortes helicoidales y barra estabilizadora.
Frenos: De discos sólidos en las cuatro ruedas, con sistema antibloqueo (ABS).
Dirección: De piñón y cremallera, con asistencia hidráulica.
Dimensiones y capacidades:
Largo / Ancho / Alto (mm)
4,742 / 2,222 / 1,709
Distancia entre ejes: 2,824 mm
Peso: 2,008 kilogramos.
Tanque- 75.7 litros.
Cajuela- 914 litros.
Precio: 620,800 pesos
Resultados de la prueba realizada en el Autódromo Guadalajara:
Aceleración de 0 a 100 km/h: en 8.42 segundos
Frenado de 100 km/h a cero: 40 metros
Cuarto de milla: 16.47 segundos a 135.9 km/h
Velocidad máxima observada: 180 km/h
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