Lanzamiento
Audi A7 Sportback
Para soñar
Por: Sergio Oliveira

El A7 encuentra el equilibrio perfecto entre deportividad y elegancia

Lo que el A5 no pudo hacer, el A7 logró. Esa línea sinuosa del techo, que cae con fuerza y suavidad hacia atrás y le da a coche de un cuatro puertas ese aire de sedán, sólo es posible gracias a las dimensiones del A7. El resultado se suma a la excelencia mecánica y electrónica para ofrecer una fuente de deleite estético y funcional.
Es difícil no enamorarse del Audi A7. Este auto, que estrena plataforma, la misma que será usada en el futuro A6, comienza a seducirnos por sus formas. Marca una evolución visual en Audi, que empieza a acostumbrarse a su gran parrilla, pero vuelve a la pureza de formas de hace 15 años, en la que la simplicidad es la base de todo. No hay excesos. No hay líneas que sobren. No hay vértices agudos. El buen gusto es absoluto.

Interior como solo Audi

Lo mejor de todo es que, por dentro, el deleite continua. Las formas son agradables. Los materiales impecablemente elegidos. La mezcla de piel, plásticos, madera, cuero y metal es perfecta. Todo se une para dejar en claro que el ambiente en el A7 es de lujo.
Por supuesto que la lista de equipos que ya se esperan en este tipo de autos está presente, como la piel (que se combina con Alcantara en las versiones más caras) que forra los asientos; el infalible quemacocos; los porta-objetos; el aire acondicionado digital y la pantalla a colores.
Hay, empero, algunos opcionales que producen verdaderas maravillas. Uno es la visión nocturna, que cuesta 3,400 dólares. Otro es el sistema de navegación, que sale por 3,200 dólares y aquí, opinamos que un auto cuyo precio empieza en los 73,100 dólares, debería ofrecer GPS de serie. Otro es el Head Up Display, que sale por 2,350 dólares y autos como el Peugeot 3008 ya lo traen de serie, y eso que el Peugeot cuesta apenas más que 300 mil pesos.
Sin embargo, si usted no quiere pagar 8,600 dólares por la opción del sonido firmado por Bang & Olufsen, mejor ni siquiera lo escuche. Quédase con el Bose, que es el equipo de serie del A7. Porque si usted se atreve a escuchar una demostración del Bang & Olufsen, será difícil vivir cno algo menos que eso después. El sonido opcional del A7 es de una pureza cristalina. En él escuchamos notas que no se perciben en un sonido “normal” como el Bose. Es más, si fuera sólo por el sonido, ya valdría la pena comprar el A7. Un GPS por 3,200 dólares es caro porque se puede comprar en el mercado uno por tátil por nmenos de dos mil pesos. Pero ese sonido B&O vale cada uno de los 8,600 dólares que se pide por él.

Y además, se maneja bien

Con su belleza y equipo, el A7 no necesitaría manejarse bien. Pero lo hace. Su motor V6 de 3.0 litros, otorga 300 caballos de fuerza gracias a un supercargador. La tracción es integral por el sistema Quattro y la caja es automática, de doble embrague (S-Tronic) con siete velocidades.
La aceleración no es explosiva. Para los que esperan algo así, seguramente vendrán versiones con más motor más tarde. Pero lo que hoy se ofrece a partir del día 23 de este mes, es suficiente para darnos mucha diversión y llevar el A7 hasta los 250 km/h, cuando un gobernador lo impide de correr más.
La suspensión es tan equilibrada como sus líneas. No hay incomodidades por exceso de rigidez, tampoco hay tanta suavidad que impida el auto de ser muy estable.
Su precio, ya lo dijimos, empieza en los 73,10 dólares y va hasta los 78,700 dólares para la versión Elite. De nuevo aconsejamos que añadan a esos precios los 8,600 dólares del sonido Bang & Olufsen. Con él ,a experiencia de convivir con un A7 va ser muchas veces más placentara. Y esto, es decir mucho.

Radiografía

Motor: V6; 3.0 litros; supercargado; 300 CV enter 5,250 y 6,500 rpm y torque de 440 Newtons-metro entre 2,900 y 4,500 rpm.

Tracción: Integral

Transmisión: Automática S-Tronic, de doble embrague, con siete velocidades (7+R)

Suspensión: Independiente, de paralelogramo deformable en ambos ejes, con resortes naumáticos y barra estabilizadora

Frenos: De discos ventilados en ambos ejes, con ABS de serie

Precio: entre 73,100 a 78,700 dólares

La bala de Ingolstad




El día era del A7, pero la cereza del pastel fue la versión RS del Audi TT, que nos tocó conducir en la pista de pruebas Pegaso, en el Estado de México.
Para los que guardan la imagen del TT como un auto hermoso, pero sin la fuerza o el brillo suficientes para competir en las “grandes ligas”, el RS es la respuesta de Audi.
Los números del motor pueden no impresionar. Al cabo es “sólo” una máquina de cinco cilindros en línea, con 2.5 litros de desplazamiento y 340 caballos de fuerza. Pero según Audi sólo necesita 4.6 segundos para alcanzar los 100 km/h. Bueno, esto no lo pudimos probar, pero sí les garantizamos mucha diversión para el que se siente al mando del RS y le guste jugar con una caja manual de seis velocidades.
Rápido, plantado al piso, acostumbrados a los cambios bruscos de trayectoria, el TT RS es lo que la silueta del auto siempre prometió.
Por 88 mil dólares, resulta una alternativa interesante hasta para el súper auto R8, como muchos de los periodistas que estuvieron en el evento organizado por la marca alemana, declararon. Sin ir tan lejos, le podemos decir que el TT RS es una verdadera bala. El R8, empero, es un misil.

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