Prueba de manejo
Chrysler 200 Convertible 2012
Un Cirrus “remasterizado”
Por: Mario Alberto Castillo Flores

Basado en la misma plataforma del Cirrus, Chrysler le da un nuevo respiro a este coche

Como si se tratara de una vieja película de George Lucas, el Chrysler 200 cuenta con una “remasterizada” edición, que toma un poco lo viejo, para presentarnos su nueva imagen. El 200 nos convence con su nuevo diseño. Podríamos jurar que es una nueva plataforma y todo en él fue remozado, pero no es así.
Evidentemente los cambios radicales se ven enmarcados por una nueva estructura, con formas menos toscas y más delicadas, dando como resultado una puesta en escena que nos gusta como luce por fuera. Lo mismo sucede en el interior, donde el habitáculo también es mejor visualmente y en algunos casos al tacto en comparación a su antecesor, el Cirrus. Pero vayamos por partes.

Lujoso
La riqueza visual que nos ofrecen los exteriores e interiores, se aprecian muy cercanos a lo que autos de mayores categorías ofrecen. Por ejemplo, los faros y la parrilla hacen un buen juego, en combinación a unos rines de veinte brazos delgados, que provocan las miradas. En el interior, podemos observar dos mundos distintos cuando el coche está cerrado y cuando abrimos la capota de toldo rígido. En esta época primaveral, abrir el coche cuando cae la tarde, nos regala una frescura inigualable cuando estamos en movimiento. Y cuando está cerrado, el 200 vuelve a su estado de sobriedad.
La apertura del techo es mediante un botón ubicado en la consola central, justo delante del compartimiento que sirve también de descansa-brazos. Estos controles están un poco ocultos, por lo que hay que hacer un pequeño esfuerzo por poner el brazo lo más atrás posible. Cuando el techo se despliega, comienza el verdadero espectáculo del 200. El mecanismo abre primero la cajuela, para después bajar los cuatro cristales y luego desplazar el techo hacia atrás.
Cabe mencionar que como casi todos los convertibles, éste cuenta con un separador en la cajuela, que sin él, el toldo no podrá guardarse. Además advierte de no poner objetos sobre él, ya que podría estropear el mecanismo o rayar el techo. Por lo tanto, el espacio que nos queda en la cajuela es de 186.8 litros, evidentemente con un acceso limitado para guardar objetos altos o voluminosos. Cuando el techo está en su posición normal, el volumen sube a aceptables 370 litros, que si queremos aprovecharlos, hay que quitar el separador y en el trayecto no intentar abrir el toldo.

Las carencias
Si bien su unión con Fiat ha servido para desarrollar diferentes productos lo más rápido posible, para precisamente satisfacer a un público amante de la marca, que se estaba quedando con las ganas de ver cosas nuevas, en el 200 hubo una buena y rápida reacción por parte de la marca estadounidense. Sin embargo, aún existen detalles de calidad que nos hacen voltear al pasado y meternos freno de mano para recordar lo que no nos gustaba antes.
Por ejemplo, recordamos hace cuatro años, cuando tuvimos a prueba un Cirrus sedán, nos pareció un coche íntegramente mal fabricado. Por citar un problema, la base de la palanca de la transmisión estaba desprendiéndose hacia abajo y qué decir del crujido incesante de las puertas y del tablero.
En el 200, nos sucedió que al abrir el toldo y justo cuando los cristales bajaban, la moldura que une los vidrios del lado derecho, en el que sería el pilar “B”, simplemente se salió de su posición y fue botada completamente. Lo tuvimos que colocar, con dificultad, de forma manual, para evitar que a la hora de lavar el coche se fuera a meter el agua. Y así pasó la semana, con el toldo cerrado la mayoría del tiempo. Obviamente lo bajamos en otras ocasiones y no tuvimos problema, hasta justo el día de la entrega del coche a Chrysler de México, cuando otra vez, comprobamos que la moldura se salió de su lugar. La dejamos en el asiento del copiloto y lo reportamos.
También, vimos en este coche de no más de cinco mil kilómetros rodados, una visera rota, que creemos no es culpa del coche, sino de algún compañero periodista que no midió su fuerza para colocarla en su posición. Por otra parte, los plásticos a pesar de que visualmente son ricos, a la hora de tocarlos es como si quisiéramos ver cualquier película de Star Wars en su versión original. Así con todo y rayas en la pantalla y brincos en el carrete.
Pasando a otras cosas, el espacio interior es para cuatro pasajeros, siendo un lugar algo reducido para los que viajen en la parte posterior. En cuanto al equipamiento, el 200 tiene algo que ahora nos tiene acostumbrados el Grupo Chrysler y podemos decir es “básico”. La pantalla táctil y un reloj analógico que adornan el tablero, existe la opción de conectar un dispositivo USB, así como reproductor de CD y el sistema “manos libres” mediante Bleutooth, U-Connect. Los asientos son de piel y el arranque del auto puede ser remoto, desde la llave.

Estrena el Pentastar
Como parte de los cambios a profundidad que el Grupo Chrysler está haciendo en su gama de productos, destacamos el motor denominado Pentastar, V6, de 292 caballos de potencia. Con este propulsor tuvimos un coche que nos gustó como reaccionaba en la aceleración, con muchas ganas y de forma inmediata. En el autódromo Guadalajara, donde realizamos las pruebas dinámicas, el auto nos arrojó como resultado un cero a 100 en 8.75 segundos.
En cuanto al frenado no podemos decir lo mismo, debido a que el coche se detuvo desde los 100 km/h en 44 metros. Tuvimos como anécdota, que en el segundo intento por mejorar este número, el 200 presentó un desgaste en los discos y comenzaron a echar humo, por lo que decidimos parar y enfriar los frenos.
De esta manera, vimos una película con los mismos actores, pero con una mejor imagen. Es decir, un Chrysler 200 que tiene lo suyo, aunque sabemos que tiene mucho por mejorar, a pesar de que ha superado y por mucho, al viejo Cirrus.

Ficha Técnica
Chrysler 200 Limited Convertible 2012


Motor: Frontal longitudinal; seis cilindros en V; 3.6 litros de desplazamiento; DOHC; 24 válvulas; con inyección electrónica de combustible secuencial multipunto. Potencia: 283 cv @ 6,350 rpm. Torque: 260 libras-pie @ 4,400 rpm.

Tracción: Delantera.

Transmisión: Automática de seis velocidades (6+R), con modo secuencial.

Suspensión: Delantera – Independiente, de tipo McPherson, con resortes helicoidales y barra estabilizadora. Trasera – Independiente, de tipo Multilink, con resortes helicoidales y barra estabilizadora.

Frenos: De discos ventilados adelante y de discos sólidos atrás, con sistema antibloqueo (ABS) y asistente de frenado (BA).

Dirección: De piñón y cremallera, con asistencia hidráulica.

Dimensiones y capacidades:
Largo / Ancho / Alto (mm)
4,947 / 1,842 / 1,469
Distancia entre ejes: 2,765 mm
Peso: 1,510 kilogramos.
Tanque- 64 litros.
Cajuela- 370 litros y 186.8 litros, con toldo almacenado.

Precio: 357 mil 200 pesos

Resultados de la prueba realizada en el Autódromo Guadalajara:
Aceleración 0 a 100 km/h en 8.75 segundos
Frenado de 100 km/h a 0: 44 metros.
Cuarto de milla: 16.38 segundos a 137.7 km/h
Velocidad máxima observada: 190 km/h

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