Prueba de mediano plazo
Honda CR-V
Igual que estar en un SPA
Por: Mario Alberto Castillo Flores
Es una camioneta hecha para calmar los ánimos y bajar las revoluciones a la vida citadina
Quien tiene una CR-V sabe lo que queremos decir. La CR-V es un vehículo que conjunta la relajación, el desestrés, la armonía y el equilibrio, casi desde donde se le vea. Para nuestra fortuna, estos meses que disfrutamos de la unidad de préstamo, de Honda de México, nos hizo la vida más fácil.
En la anterior entrega, destacamos el excelente equilibrio de su espacio, equipamiento y manejo. En esta nota no podemos decir lo contrario. Estuvimos al mando de una “vieja conocida”, de la que aún recordamos con agrado su lanzamiento en nuestro país, cuando en ese entonces, a los periodistas nos trasladaron hasta un lugar muy tranquilo, hermoso y digno de un buen descanso, alejado del bullicio de la ciudad y el ruido, ubicado en el municipio de Mascota, Jalisco. Un sitio, que estaba hecho para relajarse, sin señal de celular, ni teléfonos, mucho menos una televisión. Fueron dos días en los que disfrutamos al 100 por ciento de una especie de “vacaciones entre semana” y de la CR-V.
Conserva su esencia
La evolución en aquel entonces de la CR-V era radical, tanto, que los japoneses se tenían muy bien guardado el secreto. En ese hotel, conocimos la nueva imagen de una camioneta que de entrada su diseño no nos convencía, pero al verla ahora, la digerimos sin problema desde hace tiempo.
Independientemente de su diseño polémico de aquel entonces, esta CR-V nos ofrece una imagen de “niña bien”, con aires de elegancia y que a mucha gente le ha caído como anillo al dedo. Por algo es una de las unidades más vendidas de toda la gama de Honda en nuestro país.
En el interior, disfrutamos del amplio espacio para cinco pasajeros. El conductor y pasajero tienen mucho rango de movimiento para las piernas. Igual sucede atrás, para llevar a tres personas. Por otra parte, nos gustó la versatilidad de la CR-V, al tener la posibilidad para abatir la banca posterior, donde pudimos cargar de todo, hasta bicicletas para ir a dar un paseo al parque Metropolitano o a la “Vía Recreactiva” a cada domingo.
Además, la versatilidad se divide. Así es, la cajuela se puede transformar en doble compartimiento, gracias a un divisor de plástico rígido que pudimos acomodar, ya sea debajo de la lona protectora; hasta el piso; o hasta arriba. Esto nos permitió colocar algunos objetos extra, con una mejor distribución.
Calidad de manejo y bajo consumo
Volviendo al tema de la relajación, de la CR-V extrañaremos (por el momento) el manejo tranquilo y eficiente. No es una competidora de cuarto de milla, ni pretende serlo, pero si de surcar el asfalto se trata, esta camioneta es la ideal. Al principio la percibíamos con cierta pesadez, como si le hiciera falta un empujoncito. Pero al paso de los días, la CR-V nos bajó las revoluciones y nos puso en el camino para adaptarnos a su manejo y como administrar el consumo de la gasolina.
Fue como entrar a un SPA, la camioneta nos recibió con agrado, nos acomodó en sus asientos de suave piel y nos transportó de forma agradable, lo que no nos dejó de otra, que dejar que su precisión en la conducción nos atrapara.
Su motor, de cuatro cilindros y 175 caballos de potencia, nos parecen adecuados. Quizá le haga falta una caja de seis cambios para quitarnos esa idea de que la camioneta se percibe forzada al arranque y las relaciones engranen de forma más suave. Pero hay que confesar que es un pretexto nuestro para buscarle algún defecto.
El consumo de combustible se mantuvo en el rango que en la primera entrega habíamos evaluado, con una cifra apenas por encima de los 8 kilómetros por litro en carretera y de 7.5 a 7.8 kilómetros por litro en la ciudad.
En cuanto a algún problema, deficiencia o afectación que le hubiéramos hecho a la camioneta, no tenemos reporte alguno. Las semanas con la CR-V se nos fueron como una hora de masaje en el SPA, quisiéramos tenerla siempre, pero bueno, hay más coches que probar y no nos la podemos quedar, por ahora.
Ficha Técnica
Honda CRV 2011 EXL AWD
Motor: Frontal transversal; cuatro cilindros en línea; 2.4 litros de desplazamiento; DOHC; 16 válvulas; con inyección de combustible secuencial multipunto. Potencia: 175 cv @ 6,200 rpm. Torque: 161 libras-pie @ 4,200 rpm.
Tracción: Integral.
Transmisión: Automática de cinco velocidades (5+R).
Suspensión: Delantera – Independiente, de tipo McPherson, con resortes helicoidales y barra estabilizadora. Trasera – Independiente, de tipo Multilink, con resortes helicoidales y barra estabilizadora.
Frenos: De discos sólidos en las cuatro ruedas, con sistema antibloqueo (ABS) y distribución electrónica de la fuerza del frenado (EBD).
Dirección: De piñón y cremallera, con asistencia hidráulica.
Dimensiones y capacidades:
Largo / Ancho / Alto (mm)
4,575 / 1,820 / 1,680
Distancia entre ejes: 2,620 mm
Peso: 1,622 kilogramos.
Tanque- 58 litros.
Cajuela- 852 litros.
Precio: 363,900 pesos
Resultados de la prueba realizada en el Autódromo Guadalajara:
Aceleración 0 a 100 km/h en 11.7 segundos
Frenado de 100 km/h a 0: 41 metros.
Cuarto de milla: 18.25 segundos a 122.3 km/h
Velocidad máxima observada: 200 km/h
Comentarios