Prueba de manejo
Dodge i10
Casi un coche ideal
El i10 que trae Dodge, desarrollado por Hyundai, lo tiene todo, hasta quemacocos y sensor de reversa, pero le falta algo esencial, el ABS
La evolución del famoso y a la vez querido u odiado Atos (el cual se mantendrá a la venta en los pisos de exhibición, junto con el i10 como una opción “ultra económica”) ha sido buena de forma integral.
Nos gusta, como cualquier otro subcompacto sumergido en la jungla de asfalto, que sea compacto, dinámico y fácil de maniobrar. El i10 presenta aspectos muy buenos, sobre todo en su manejo, en el que nos sentimos cómodos.
Pero antes de entrar en estos detalles, nos gustaría mencionar que el diseño exterior del i10 se despega del Atos, al tener una imagen moderna y fresca, que en los más recientes años, el departamento de diseño de Hyundai ha sabido crear, no solo en este modelo, basta con echar una mirada a los más recientes autos de la marca presentados en Europa para darnos cuenta de la buena idea que tienen los coreanos sobre sus autos actuales y los que vienen.
Hecho para la ciudad
El i10 nos queda claro que es un paso muy adelantado con respecto al Atos, en cuanto a diseño exterior e interior, así como acabados. En este rubro, percibimos un i10 mejor elaborado, con materiales suaves al tacto, pero que no dejan de ser económicos, sobre todo los que se utilizan en los recubrimientos del tablero y puertas.
Sin embargo, la comodidad con la que se viaja es algo que destacamos. Los cinco pasajeros que tienen cabida, disfrutan de los movimientos suaves de la suspensión. Cuatro pasajeros los disfrutarán más, por lo angosto que es el coche. En la posición del conductor, el i10 nos presenta un manejo suave, con una dirección demasiado suave, con asistencia eléctrica, pero con un buen rango de giro para maniobrar en lugares muy cerrados, así como para movernos de forma inmediata.
Volviendo al habitáculo, el espacio para cargar objetos sigue siendo tan limitado como el Atos, con 351 litros de capacidad, que pueden ocultar lo que cargamos gracias a una pequeña tapa.
Con apenas 880 kilogramos, este auto es de tamaño contenido, al tener un ligero incremento en lo largo, para llegar a 3,585 milímetros, pero es más bajo en altura, con 1,540 milímetros. El que tenga un centro de gravedad más bajo, permite al i10 tener mayor soltura en las curvas del autódromo, así como tomar con precisión una curva cerrada en carretera, lo que nos da una percepción de mayor seguridad.
Hora de exigir más seguridad
Lo único criticable en el i10, y más que en el i10, en quienes deciden qué poner y qué no poner en los autos, es que no tomen en cuenta, por encima de todo, los aspectos de seguridad. Si tomamos en cuenta, que el i10 es un auto cuyo target se encuentra entre jóvenes universitarios, o de quienes apenas tienen su primer automóvil, siempre hemos creído que la seguridad, con sistema de frenos antibloqueo (ABS) y si no es pedir mucho, al menos una bolsa de aire, para el conductor, debe ir antes que cualquier otro equipamiento y debe ser exigido por el público. La marca justifica que el equipamiento del i10 es el que el público mexicano pide. Sin embargo, que cuente con sensores de reversa (¿en un auto de menos de cuatro metros y sin cajuela, cuya visibilidad hacia atrás es excelente?) así como un quemacocos (tan popular en segmentos superiores que ahora intenta dominar los segmentos inferiores), no nos parece algo que deba estar por encima de los primordiales aspectos de seguridad.
Ligeramente un mejor motor
Luego del trago amargo, destacamos una de las bondades del i10, que su manejo citadino sea complementado con un motor eficiente. Y es que cuenta con un propulsor de cuatro cilindros, con 1.1 litros de desplazamiento y 66 caballos de potencia (apenas 3 CV más que el Atos). Su consumo de combustible, en ciudad, otorgado por el pequeño tanque de 35 litros, nos arrojó (en una evaluación) 15 kilómetros por litro, lo que nos parece una excelente cifra, para sus 880 kilogramos de peso y el pequeño propulsor.
No espere encontrar en el i10 un coche potente, porque se decepcionará. Pero si lo que quiere es transportarse de forma inmediata, con un coche hecho para sortear el tráfico y con un bajo consumo de combustible, este coche sería el ideal. Sin embargo, al no contar, ni siquiera como opcional, con el sistema de frenos antibloqueo (ABS), en nuestra opinión, le sugeriríamos que pensara dos veces antes de comprar este coche, a menos que realmente le guste, algo que a nosotros no nos quedará duda ya que su diseño es muy agradable.
Ficha Técnica
Dodge i10
Motor: Frontal transversal; cuatro cilindros en línea; 1.1 litros de desplazamiento; SOHC; 16 válvulas; con inyección de combustible secuencial multipunto. Potencia: 66 cv @ 5,500 rpm. Torque: 73 libras-pie @ 2,800 rpm.
Tracción: Delantera.
Transmisión: Manual de cinco velocidades (5+R).
Suspensión: Delantera – Independiente, de tipo McPherson, con resortes helicoidales y barra estabilizadora. Trasera – Eje rígido, con barra de torsión y barra estabilizadora.
Frenos: De discos sólidos adelante y de tambor atrás.
Dirección: De piñón y cremallera, con asistencia eléctrica.
Dimensiones y capacidades:
Largo / Ancho / Alto (mm)
3,585 / 1,595 / 1,540
Distancia entre ejes: 2,380 mm
Peso: 880 kilogramos.
Tanque- 35 litros.
Cajuela- 351 litros.
Precio: 149 mil 900 pesos
Resultados de la prueba realizada en el Autódromo Guadalajara:
Aceleración de 0 a 100 km/h: en 13.8 segundos
Frenado de 100 km/h a cero: N/D.
Cuarto de milla: N/D.
Velocidad máxima observada: 155 km/h
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