Prueba de manejo
Volkswagen Passat 2012
El rival a vencer
Por: Sergio Oliveira
En un segmento dominado por japoneses, este alemán llega a dictar las reglas
Finalmente Volkswagen bajó el Passat de las nubes y lo puso al nivel de sus rivales. Pero al hacerlo más competitivo en precio, tamaño y potencia, no olvidó de dejarlo al menos un escalón arriba. Ahora, serán los otros quienes deberán preocuparse.
Quien quería un sedán de lujo en México —claro, sin entrar al segmento Premium— generalmente elegía su favorito entre tres vehículos: Honda Accord, Nissan Altima y Toyota Camry. Justo atrás, dos estadounidenses: Fusion y Malibu. Claro que el contendiente de VW está presente desde hace ya varios años. El detalle es que, hecho en Europa y pensado para el Viejo Continente, el Passat era más chico y sofisticado que estos japoneses. En función de esto, quedaba corto ante las expectativas de espacio del consumidor estadounidense y se pasaba de precio.
No más.
Para América
Hecho en la nueva planta de VW en Chattanooga, Tennessee, el nuevo Passat adopta la estrategia que los japoneses usan desde hace varios años, que es tener una versión de sedán de lujo pensaba exclusivamente para Norteamérica.
Los críticos no tardaron en levantar sus voces: qué si era un “Jettota”; que no era realmente un Passat; que estaba demasiado grande, etcétera. Pero el que conduzca uno, al menos el que lo haga en la versión que ahora probamos, el V6, y no se de cuenta de que es un coche mejor que sus rivales directos, estará perdiendo la objetividad.
Claro que en este momento, luego de conducirlo por unos cuantos días, no podemos hablar de durabilidad, pero el espacio, manejo y terminados, marcan la pauta del segmento.
Carácter propio
Estéticamente, el nuevo Passat es un auto elegante, con proporciones correctas y estilo discreto. Claro, recuerda el Jetta, como lo hacen ahora todos los VW debido a su frente corporativo. Aún así, tiene su carácter propio, que le es conferido por sus dimensiones generosas.
El interior es una de sus mayores fortalezas. Primero porque Volkswagen supo ponerle terminados de un muy buen nivel, que lo ubican por arriba de sus rivales directos, sin pasarse de presupuesto. Digamos que el Passat deja claro que es un VW, ya no busca ser un Audi. Por esto, ya no cuesta como un Audi.
El tablero es acojinado y anti-reflejante. Los botones están al alcance de la mano, son bien hechos y transmiten una sensación de calidad que es común en todo el auto. El equipo es completo y cuenta con ingreso sin llave (algo raro es que la llave tipo navaja cuenta con su punta metálica, que no tiene dónde insertarse) que funciona muy bien; pantalla táctil a color; sistema de navegación GPS; entrada auxiliar y para tarjeta SD; conexión para iPod en el compartimiento central; manos libres Bluetooth; controles para apertura de cochera; portavasos con tapa; aire acondicionado digital dual y muchas otras amenidades. Algunos, empero, sólo verán la ausencia del quemacocos.
El espacio trasero, probablemente, sea su más sorprendente virtud. El Passat es una verdadera limusina. Cruzamos las piernas sin problemas. Magnífico. Esta generosidad se repite en la cajuela de 529 litros. Le cabe, bueno, todo.
Enjundioso
Pero lo que realmente nos pareció lo mejor del Passat es su motor. Este V6 de 3.6 litros, con sus 280 caballos de fuerza, nos hizo olvidar el también muy bueno motor V6 de Toyota, que equipa el Camry y la Highlander, entro otros.
Como su torque está disponible desde apenas pasadas las 1,000 rpm, basta con tocar el acelerador para que el auto salta hacia delante. De hecho, llegamos a pensar que no tenía control de tracción, ya que los neumáticos delanteros rechinan ante la mínima provocación.
El juego que hace con la caja DSG de doble embrague, es excelente. El Passat es rápido, muy rápido. Pero también es silencioso, cómodo, estable y hasta económico en la hora de la gasolina, legando a números de 8.2 kilómetros por litro en ciudad.
La suspensión tiene el diseño tradicional de la mayoría de los sistemas independientes, con McPherson adelante y Multilink atrás. El resultado es un buen aislamiento de las imperfecciones del piso, sin compromiso de la estabilidad en las curvas. Lo complementa una dirección comunicativa, rápida y suave, al igual que frenos de discos de buena eficiencia.
Su precio, de 402 mil pesos, es mayor que el de un Altima o un Accord, pero sí es equivalente al de un Camry y el Passat, repetimos, nos parece un mejor auto que el japonés. Bueno, al menos lo es estéticamente y en su conducción, pero si Volkswagen logró al menos igualarse a Toyota cuando hablamos de durabilidad, entonces tenemos en este nuevo Passat a un verdadero campeón, el nuevo rival a vencer en un muy competido segmento.
Ficha Técnica
Volkswagen Passat V6 2012
Motor: Frontal longitudinal; seis cilindros en V; 3.6 litros de desplazamiento; turboalimentado; 24 válvulas; con inyección electrónica de combustible directa. Potencia: 280 cv @ 6,200 rpm / Torque: 258 libras-pie @ 2,500 a 5,000 rpm.
Tracción: Delantera.
Transmisión: Automática de seis velocidades y doble embrague (6+R), con modo manual.
Suspensión: Delantera – Independiente, tipo McPherson adelante y Multilink atrás
Frenos: De discos en las cuatro ruedas, con sistema antibloqueo (ABS)
Dirección: De piñón y cremallera, con asistencia eléctrica.
Dimensiones y capacidades:
Largo / Ancho / Alto (mm)
4,868 / 1835 / 1,487
Distancia entre ejes: 2,803 mm
Peso: 1,461 kilogramos.
Tanque- 75 litros.
Cajuela- 529 litros.
Precio: 402,000 pesos
Resultados de la prueba realizada en el Autódromo Guadalajara:
Aceleración de 0-100 km/h: 7.03 segundos
Frenado de 100 km/h a 0: 44 metros
1/4 de milla: 15.05 segundos @ 148.3 km/h
Velocidad máxima observada: 220 km/h
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