Prueba de manejo
Chevrolet Camaro SS Convertible
Visiblemente divertido
Finalmente un Camaro en el que podemos ver hacia fuera. Y ser vistos.
Para los que encontraban irresistible el diseño del Camaro, pero debido a su oscuro interior, hallaban complicada la convivencia con uno de ellos, Chevrolet propone la receta perfecta: el convertible.
Desde que fue presentado como concepto en el salón de Detroit, en 2006, el Chevrolet Camaro ha llamado muy positivamente la atención de los amantes de los autos. Inspirado en el pasado, pero sin caer en excesos, el coche es un éxito absoluto de ventas, que por muchas veces logró rebasar a su mayor enemigo, el Mustang, obligando a Ford a aumentar la potencia y acelerar cambios en su “Pony” para mantenerse en la pelea.
Sin embargo, convivir con un Camaro cupé no es precisamente simple y el mayor problema es la falta de visibilidad, que transforma el manejo diario en una experiencia más estresante de lo que debería. Ahora, empero, esto ya es historia, al menos para los que pueden pagar 575 mil pesos por el Camaro con techo retráctil de lona.
Aún muy atractivo
Los verdaderos aficionados a los convertibles, no aceptan otro material que no sea la lona para cubrir un descapotable. Para ellos, los que usan techo de metal, pueden hasta ser más seguros, pero no tienen ni la misma apariencia ni dan la misma sensación de libertad que cuando sus cabezas están cubiertas por tela. Para estos, este Camaro es lo que todos los convertibles deberían ser.
Hay más que alabar, empero, que el hecho de que Chevrolet haya decidido mantener el romanticismo de la lona para cubrir el Camaro. Uno de los puntos positivos es el muy bueno aislamiento del techo. Conducir el auto protegido del clima exterior resulta una experiencia muy similar a la de hacerlo con el cupé, es decir, el carro es silencioso y cómodo.
Este buen aislamiento se debe en parte al hecho de que Chevrolet optó por el más económico pero efectivo sistema de poner un ancla central para fijar el toldo sobre el parabrisas. Claro, esto hace que la operación no sea totalmente automática, pero aún así bajar el techo es una maniobra que el Camaro ejecuta con buena velocidad, en menos de 20 segundos después de quitarle el seguro central.
Luego, conducir con el techo abajo es tener, de manera exclusiva, un Camaro en el que podemos ver el exterior sin problemas. Claro, además de que también podemos ser vistos. Puede ser magnífico o representar un inconveniente, dependiendo de qué esperamos: popularidad o discreción.
El precio a pagar
Como nada en la vida es gratis, el precio a pagar por el Camaro convertible no es bajo. Y no nos referimos solamente a la inversión inicial, apenas por debajo de los 600 mil pesos mexicanos.
Uno de los puntos en que el convertible exige sacrificios es en el espacio para cajuela. Con el techo arriba, son sólo 320 litros de capacidad. No cabe ni siquiera una bolsa de palos de golf. Con el techo abajo, bueno, prepárese para conducir un auto virtualmente sin espacio para equipaje.
Otro punto es el peso. Para aumentar la rigidez estructural del auto, hubo que reforzar el piso, por supuesto, con lo que el aumento de peso es de 135 kilogramos. Por supuesto que esto representa una aceleración menos alegre que la del cupé, ya que el motor V8 de 6.2 litros tiene los mismos 400 caballos de fuerza y la caja es la misma automática de seis cambios.
Y por último, pero no menos importante, está la menor rigidez estructural, lo que es lógico y comprensible en todos los convertibles., pero aún así puede resultar en una experiencia poco agradable para algunos más “quisquillosos” como nosotros. Nuestro auto de pruebas, por ejemplo, tenía un persistente e irritante ruido producido por la estructura del techo, un rechinido que nos sacaba de quicio hasta que usábamos la muy mexicana táctica para este tipo de problemas: subir el volumen del estéreo. Por suerte, es un buen sonido el que lo equipa.
Conclusión
El Camaro convertible es una muy buena opción para los que están conscientes de que el placer de conducir a cielo abierto, implica en algunos sacrificios. Sigue siendo un coche rápido, llamativo y bien equipado. Además, finalmente ya está disponible con sistema de manos libres Bluetooth para el mercado mexicano, aunque nuestro intento por conectar un iPhone fue frustrado, ya que el auto nunca “entendió” nuestra pronunciación de la palabra “emparejar”, aunque fuéramos tres distintas personas que intentamos decirlo.
Paciencia. No todo es perfecto en la vida. Ni siquiera el primer Camaro con visibilidad.
FICHA TÉCNICA
Chevrolet Camaro Convertible
Motor: Frontal longitudinal; V8; 6.2 litros de desplazamiento; 16 válvulas;. Potencia: 400 cv @ 5,900 rpm / Torque: 410 libras-pie @ 4,300 rpm.
Tracción: Trasera.
Transmisión: Automática de seis velocidades (6+R) con cambios secuenciales
Suspensión: Delantera – Independiente, tipo McPherson adelante y Multilink atrás, con barra estabilizadora en ambos ejes.
Frenos: De discos en las cuatro ruedas, con sistema antibloqueo (ABS) con frenos Brembo.
Dirección: De piñón
y cremallera, con asistencia hidráulica.
Dimensiones
y capacidades:
Largo / Ancho / Alto (mm)
4,836 / 1,918 / 1,377
Distancia entre ejes: 2,852 mm
Peso: 1,910 kilogramos.
Tanque- 72 litros.
Cajuela- 320 litros.
Resultados de la prueba realizada
en el Autódromo
Guadalajara:
Aceleración de 0 a 100 km/h:
en 6.89 segundos
Frenado de 100 km/h a cero:
en 44 metros
Cuarto de milla: 14.95 segundos
a 156.3 km/h
Velocidad máxima gobernada:
250 km/h
LA CIFRA
El más costoso de los Camaro
580,900 pesos
Su rival, el Mustang Convertible.
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